martes, 3 de noviembre de 2009


Todavía me queda mi libertad.Qué reconfortante.Hay días realmente complicados de digerir.
De lo que quiero hablar hoy es de lo difícil que resulta a veces seguir la senda correcta cuando uno ve desdibujarse el camino. Tengo mis planes, un gran proyecto para mi vida, pero debido a las dificultades que van surgiendo uno se replantea muy a menudo que camino seguir.
Tengo responsabilidades, gente que cuenta conmigo, ya no estoy solo y mientras tenga gente dependiendo de mi tendré que comerme mi angustia y transformarla en trabajo e ideas.
Afortunadamente me queda la capacidad de elegir si sigo adelante o me rindo. La vida me ha enseñado que por desesperante que resulte una situación siempre existe un camino,una alternativa que desembocará en un momento mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario