jueves, 28 de noviembre de 2013

Ahora

Caminante no hay camino, el camino se hace al andar. Vacío mi mente de toda carga innecesaria. Me concentro en el ahora, ya no quiero saber qué sucederá mañana, en una semana o en unos años. Ahora, el único momento en el que soy, el único instante en el que vivo. Mañana, producto del ahora. Ayer , cenizas del ahora. Ahora, todo lo que tengo. Mente adicta a la ficción tratando de adivinar que vendrá después, creando escenarios, asignando probabilidades. Entretanto me pierdo tu sonrisa, tus primeros pasos, tú último abrazo. Entretanto he dejado de sonréir porque he visto tu muerte en una bola de cristal. Quizás si la muerte que hubiera visto fuera la mía entendería mejor el sentido de lo que tengo, nada excepto este instante, es todo lo que atesoro , es todo lo que soy. Post dedicado a los que como yo se olvidan que la vida es ahora.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Perro Verde

Perro verde. Animal vertebrado, mamífero de forma y pelaje muy diversos en vías de extinción. Existen fósiles de perro verde desde los albores de la civilización, muchos de ellos aparecidos en fosas comunes, cunetas y otros emplazamientos diversos aunque generalmente cercanos a espacios de opresión. Se le reconoce rápidamente por su falta de integración y su molesta costumbre por hacer preguntas inadecuadas (se considera inadecuada cualquier pregunta que obligue al interlocutor a realizar un esfuerzo mental). Se le considera un animal peligroso capaz de transmitir múltiples enfermedades contagiosas y enormemente dañinas como la creatividad,pensamiento crítico , inconformismo u otra clase de males que amenazan a la sociedad occidental. Si se encuentra con alguno de ellos evite el contacto ocular con ellos, no le provoque mirándolo fijamente a los ojso. Se dice que el brillo que hay en el fondo de su mirada, es brillo pícaro , es capaz de hipnotizar a las almas cándidas, engañarlas , manipularlas, obligarlas a hacer cosas en contra de su voluntad. Estereotipo: de otro país, de otro color, con otra manera de pensar, seguramente más listo que yo o con alguna irritante característica que le hace destacar. Como combatirle : dígale que no se puede, que si fuera tan fácil ya lo habría hecho alguien ¿no le parece?. Anímele a seguir la normas, a esperar pacientemente a que alguien le descubra escondido en su cueva. Sobre todo, nunca use la palabra esperanza en su presencia, puede ser el detonante de un estallido irreversible de lucha hasta la muerte.

domingo, 23 de junio de 2013

Un avión japones, Parte 2 "Mi abuelo"

Nadie hubiera podido imaginarse en aquella típica tarde de verano que toda aquella paz iba a girar tan bruscamente hacia la tragedia. Aún puedo recordar como una horas antes había salido a pescar con mi abuelo. Hombre entrañable dónde los haya. Siempre acompañado de su inseparable bastón y su negra boina. Recuerdo que ,como la mayoría de los hombre de su edad, en cada celebración nos contaba siempre las mismas historias de cuando era joven, de lo dura que había resultado su juventud y de los inquebrantables valores familiares en los que se había criado. Hombre con escasos estudios, se había hecho a si mismo deámbulando de una actividad agrícola a otra hasta que consiguió al fin poner su pequeño negocio y prosperar. Recuerdo como aquella tarde , mientras nuestros cebos esperaban ansiosos captar la atención de algún pez, me dijo: " El día que me vaya quiero que me recuerdes cómo lo que fui, no sólo como a un amable anciano, por ello quiero que sepas la verdad" . Sus palabras me produjeron una sensación extraña, una mezcla de ternura, provocada por el intento de un anciano de transmitir su legado, y cierta expectación provocada por la seriedad de su rostro.No creía que fuera nada importante. Mi abuelo continuó con su narración : "Una vez yo también fui joven,una vez también tuve doce años. Una vez también vi a la muerte como un concepto horrible y lejano. Lamento tanto haber desperdiciado mi vida y abandonado mis sueños, haberlo dejado todo por intentar cambiar el mundo que por ello espero que tú no cometas el mismo error. Recuerda que la vida no es más que un camino, con sus intersecciones, pero fuera del sendero que todos transitan existen muchas cosas por descubrir"- sus palabras captaron profundamente mi atención, notaba en el tono de su voz la transcendencia de aquel momento, no era otra de sus fábulas, era algo que debía recordar. -"Cuando tenía tu edad , Sorte"- continuó narrando mi abuelo - "un evento que olvidé durante años me sucedió. Como cada noche de verano había salido para asegurarme que el sistema de refrigeración de la vieja granja seguía funcionando ,evitando así la muerte por asfixia de los animales. La temperatura nunca bajaba de 35 grados, ni siquiera en las noches de nuestros falsos inviernos. Aquella noche, mientras revisaba los termómetros y válvulas del sistema,  vi una luz encendida en las viejas instalaciones que hacían a la vez de oficinas y laboratorio. Me acerqué al edificio con intención de apagar la luz, la energía era un bien preciado. Escuché el susurro de dos voces graves y la voz de una mujer joven. Sólo pude oír entre susurros, -".....será el 25 de Mayo del 96,.... los japoneses lo harán "- "la historia tiene que seguir su curso" -gritó enérgicamente una de las voces mientras se oyó un fuerte golpe metálico". La voz de la mujer, mucho más suave no era inteligible para mi, pero su tono transmitía tristeza". -"Mi corazón latió con fuerza, el latido más fuerte que había sentido en  doce años de vida"-exlamó mi abuelo. Algo le dijo en su interior que nada volvería a ser como antes, y así fué." Desde ese día supe que algo trágico oscuro iba a ocurrir por lo que cada noche, me dijirí a aquel mismo lugar, entre penumbras escondido, a escuchar en silencio la conversación del aquel trío misterioso. Es así como sé lo que se hijo mío. Es por esto que hoy siento la obligación de contártelo antes de que la cadena de sucesos comience". Hoy es 25 de Mayo del 96, en apenas unas horas el primero de los sucesos ocurrirá. A partir de ahí olvida todo lo que sabes, nada volverá a ser como antes". Un helado silencio se interpuso entre nosotros,no me atreví a preguntar, preferí pensar que se trataba de uno de los primeros síntomas de demencia de un anciano senil. Preferí no escuchar a mi intuición , es por ello que horas después salí a pasear con mi madre como todos los domingos por la plaza del pueblo. Horas después el primer evento arrebató mi sonrisa durante años, arrebató mi inocencia, desangró a mi madre mientras aquel horrible pitido a duras penas me dejó oír sus últimas palabras.."el abuelo, no es quién tu crees, huye!.La bomba había estallado, el caos había aparecido.


jueves, 4 de abril de 2013

Un avión japonés.Parte 1

  Un avión japonés sobrevolaba el cielo de mi ciudad. Atormentado por el oscuro pasado de mi pueblo no pude evitar ponerme en lo peor. Miré fijamente a mi madre. Su mirada heló mi cuerpo, esa otrora mirada cálida había perdido de pronto su brillo y sus ojos mostraban una gran inquietud. El tiempo comenzó a moverse a camara lenta, convirtiendo los segundo en minutos, los minutos en horas. Mis sentidos de pronto cobraron una intensidad inusitada, podía captar cada olor del lugar, cada sonido e  imagen como si todo transurriera en una de esas escenas en "slowmotion"que se pueden ver tan a menuda en las películas actuales.Veía a la gente charlar en la calle con la normalidad de siempre. Los demás niños jugaban tranquilamente a la pelota ante la atenta mirada de un grupo de palomas posadas en lo alto de la estátua de nuestro héroe nacional. Marcial, el camarero de la cafetería del centro social, agasajaba a unas adolescentes con piropos, cuando de pronto el mundo paró. Los rostros reflejaron instantáneamente la tensión provocada por el miedo que engendró aquel enorme estruendo. Instintivamente mi madre cubrió mi cuerpo con el suyo. Todavía siento el calor de su piel , el calor de su abrazo, la dulcera de su voz al decirme que no pasaría nada, que ella me protegería, que me amaba. La onda expansiva seguida del fuego la mataron casi instantáneamente y fue su cuerpo delicado el que me hizo nacer por segunda vez. Casi no guardo secuelas de aquel terrorífico acontecimiento, sólo las cicatrices de la metralla que consiguió traspasar mi defensa, mi madre. A partir de ese momento todo comenzó a empeorar lentamente, la escalada de violencia se fue acrecentando con el hambre.