domingo, 3 de julio de 2011

El habitante de mis entrañas

¡Sal de ahí maldito!¡Deja de decirme lo que he de hacer!...
Ahí está siempre, habitando en algún espacio entre mi voluntad y mi corazón, un espacio que llena con sus afiladas garras infectadas de injurias ,pasiones,deseos, ansias, miedos, rebeldías,.... un espacio que sólo soy capaz de reducir cuando mi voluntad se hace grande o cuando el amor que siento se vuelve supernova y comparte el destino de expandirse hasta morir. ¿Pero qué ocurre cuando tu corazón se ha marchitado por el dolor?¿Qué más queda en un corazón helado y quebradizo?Un agujero negro que todo lo engulle a su alrededor, ya no hay amor, ya no queda nada, nada es suficientemente grande para llenar ese lugar lleno de dolor.¿Qué camino seguir cuando ya no recuerdas cómo amar debido a la amnesia producida por el duro golpe del engaño?¿Cómo salir del coma de sentimientos inducido por la droga de la mentira?¿Cómo volver a amar con la valentía necesaria que exige la entrega absoluta?¿Cómo volver a enfrentarse a un huracán con una colchoneta de playa? Olvidarlo todo y volver a empezar.Una nueva vida.
Demasiadas preguntas por responder y un sólo sentimiento para todos ellos, tristeza. La tristeza de haber perdido una batalla y sentir que uno está en una guerra de la que ya no sabe cómo salir. Inmerso en el desconcierto de haber gastado tú última bala y estar perdido en medio de la selva.¿Acaso se puede amar de una manera diferente?Me cuesta discernir, tengo miedo a caer el abismo del conformismo. Siento como mi pecho se desgarra desde dentro, ese maldito bastardo está tratando de salir a cuchilladas y me estoy desangrando lentamente. Siento como poco a poco se van apagando mis sentidos, dejando paso al silencio azul oscuro casi negro que se siente cuando una vida se apaga. Adiós mundo, no he podido hacer más por retenerlo, ahora te toca lidiar con él , es un caníbal que ha devorado mi corazón. Ahora campará a sus anchas    pero haberlo dejado marchar también significa volver a tener espacio para amar,porque una vez que él se ha ido  ya sólo quedo yo, tranquilo y sereno cómo la hoja de otoño al caer. Alegre y tranquilo como una flor que nace en primavera. Fundido con el mundo que me rodea, dejando que las cosas pasen, inmerso en la vida. Dirigiendo mis pasos sabiendo que el camino depara demasiadas sorpresas para saber cuándo has de llegar, si es que llegas.

Nota: escribir es un ejercicio de libertad en el que uno puede contar todas las mentiras que quiera o las verdades que sepa.

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